Una noche, como tantas otras de sus actuaciones,
el palco del auditorio repleto de admiradores
se preparaba para recibirlo.
Aplaudieron a la orquesta en su entrada en escena.
El director también fue ovacionado.
Mas cuando la figura de Paganini apareció,
triunfante,
el público deliraba.
Lentamente, Paganini colocó el violín en su hombro,
y lo siguiente fue una magia indescriptible.
Notas breves, semifusas, corcheas y semicorcheas,
hasta la famosa y oculta 'nota 13',
parecían flotar y volar por el ambiente
con el toque inverosímil de sus dedos encantados.
De repente,
un extraño sonido estalla entre la melodía.
Todos saben de ese sonido,
una de las cuerdas del violín de Paganini se había roto.
El director se detuvo.
La orquesta también.
El público, contenía el aliento...
Pero Paganini no se paró.
Mirando su partitura, continuaba arrancando increíbles sonidos a un violín con problemas.
Animados, el director y la orquesta, volvieron a tocar.
Antes de que el público se serenara,
otro perturbador sonido hace mella en la atención de los asistentes.
Otra cuerda del violín de Paganini se rompió.
El director se detuvo nuevamente.
Y así lo hizo la orquesta.
El público calló ...
Pero Paganini no paró.
Como si nada hubiese sucedido,
superando las dificuldades,
siguió sacando sonidos de lo imposible.
El director y la orquesta, impresionados, volvieron a tocar.
Pero el público no podía imaginar
que los sobresaltos de esa noche no terminaban ahí.
Atónitos,
no pudieron reprimir sus exclamaciones de desaliento
cuando se rompió la tercera cuerda del violín de Paganini.
El director se paralizó.
La orquesta paró.
La respiración del público se detuvo.
Pero Paganini continuó.
Como si de un contorsionista musical se tratara, va arrancando todos los sonidos con la única cuerda que quedaba en su viejo violín semidestruido.
Ninguna nota musical fue olvidada.
Ante tal motivación se anima a seguir el director
La motivación se contagia a la orquesta.
La incredulidad se adueña del escenario,
el público viaja desde silencio hacia la euforia,
del asombro y la admiración hasta el delirio.
Paganini alcanza la gloria.
Su nombre corre a través del tiempo.
Ya no es sólo un violinista genial,
es el símbolo de un hombre que continúa adelante frente a lo imposible.
* * *
Referencia vídeo: Joshua Bell y Sharon Isbin interpretaron el "Cantabile" de Niccolò Paganini en la Casa Blanca el 4 de noviembre de 2009.
Niccolò Paganini en el Proyecto Biblioteca Internacional de Partituras Musicales.
Audio: Interpretado por John Michell, Variaciones en una cuerda
Imagen 1) Dibujo a lápiz de Paganini en (1819) por Jean Auguste Dominique Ingres (1780–1867), fuente: Wikipedia.
Esta recreación la he construido sobre un antigua presentación que rodaba por los correos electrónicos y venía sin autor. - See more at: http://bitnavegante.blogspot.com/2011/09/la-leyenda-de-niccolo-paganini.html#sthash.HkcIU69K.dpuf
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